Dos goles de Rubiato y uno de Álex Quillo tumban al Rayo Vallecano (3-2)

Dos goles de Rubiato y uno de Álex Quillo sentenciaron a un Rayo Vallecano que estuvo hasta dos veces por delante en el marcador y que se vio impotente ante el juego de los rojiblancos en la segunda mitad. El Atlético B quería sacarse la ‘espina’ de la primera vuelta contra el Rayo. El 5-0 de Vallecas estaba grabado a sangre y fuego en los rojiblancos y no querían que nada se les escapara. Pero, como viene siendo habitual, el equipo de Abraham García comenzó perdiendo casi desde la caseta. Y mira que lo había avisado el técnico rojiblanco, al afirmar que quería máxima concentración y atención en las jugadas a balón parado y en los primeros minutos, para que no sucediera lo de la semana pasada contra el Real Madrid Castilla. Pero el Atlético B volvió a tropezar en la misma piedra. Falta en la línea de medios y Pachón, como en la primera vuelta, adelantaba a los rayistas. Había que reinventar el partido y cambiar el guión. Tocaba sufrir ante un Rayo rocoso y peleón, pero con una efectividad en ataque casi total. Los rojiblancos tuvieron el mando del partido, el balón era suyo, pero dos ocasiones vallecanas hicieron que una fuera gol y la otra se paseara por delante de la línea de gol de Mario Ruyales. Tras una primera fase con mucho juego en el centro del campo, con los rojiblancos dominando de forma infructuosa y sin ocasiones, una falta sacada por Camacho acabó en la red gracias a un testarazo de Rubiato, el ‘Pichichi’ rojiblanco que ha tomado el relevo del lesionado Batres. La segunda mitad comenzó con un ritmo frenético. En sólo siete minutos Pachón adelantaba nuevamente al Rayo tras un saque de esquina y a continuación una genialidad de Rubiato devolvía las tablas al marcador. El espíritu guerrero de los de Abraham García estaba más que vivo y no iban a dar su brazo a torcer tan fácilmente. El Rayo sintió que el partido se le podía ir y dejó de estar tan atrás, circunstancia que los rojiblancos aprovecharon para seguir presionando arriba y buscar un tercer gol. Lo cierto es que Didi tuvo en sus botas el gol, pero un defensa salvó bajo el larguero su disparo. Era un aviso porque Álex Quillo completó su buen partido con un cabezazo en el segundo palo que hacía justicia, porque el Rayo no supo manejar su ventaja en el marcador por dos veces y el Atlético B, fiel a su espíritu, dio la vuelta al luminoso ante el delirio de los seguidores rojiblancos que se dieron cita en el Cerro del Espino. Triunfo justo y merecido de un Atlético B que supo rehacerse una vez más del resultado en contra y se sacó la ‘espina’ de la primera vuelta contra el Rayo.
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