El Atlético pasó por encima del Sevilla

El Atlético goleó al EuroSevilla en un partidazo de todo el bloque y con tres goles de Salva, Torres y Antonio López. El Atlético consiguió su victoria 1.000 en Primera y, lo que es más importante, se acerca a los puestos europeos. El Atlético no estaba dispuesto a perder la oportunidad de engancharse al tren europeo a través de la Liga. Los jugadores, durante la semana, habían avisado de la importancia de los 12 partidos que restaban para acabar la temporada. La primera final estaba ahí, ante el Sevilla, un equipo que va a estar con los de Ferrando en la lucha por Europa y había que sacar el partido adelante como fuera. En la ida, el Atlético había perdido de manera injusta por 2-1 y la afición pedía la revancha deportiva. Así fue. Desde el minuto uno, el equipo rojiblanco se metió en el partido y dominó a los hispalenses. Todas las líneas formaron un bloque compacto que rompió al Sevilla en la primera mitad. Salva llevaba tres meses sin marcar un gol, concretamente desde el 5 de diciembre, y tuvo que ser ante el equipo en el que se formó como futbolista, el Sevilla, cuando volvió a anotar un gol de cabeza que celebró mirando al cielo y en el que sus compañeros le abrazaron formando una piña. Le hacía falta al aragonés. A partir de ahí, los rojiblancos fueron un rodillo ante el EuroSevilla. El segundo gol de Torres dejó en evidencia a la zaga hispalense, que jugó al fuera de juego y el Niño saltó la banca. Por su fuera poco, un golazo de Antonio López con una chilena espectacular sirvió para cerrar un partido en el que el baño de los rojiblancos al Sevilla fue tremendo. Tras el descanso, Caparrós quemó sus naves, consciente de que el gol average con el Atlético lo tenía perdido, pero la suerte ya estaba echada. Lo más negativo fue que Salva vio de manera injusta una tarjeta roja por dos amarillas cuando no mereció ninguna. El Atlético comenzó a tocar el balón y la afición a disfrutar con los olés y hasta con la ola, algo que hacía mucho tiempo que no se veía en el recinto rojiblanco. Un triunfo que se cimentó en el juego de conjunto, en el compromiso de los jugadores y la comunión entre afición y equipo. La primera final estaba salvada. El próximo domingo llega el Valencia y tampoco se puede fallar.
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