El Infantil B ofreció el XVI Torneo Internacional Alevín a su afición en el Calderón

Los niños vivieron una jornada intensa que no podrán olvidar

El partido entre el Atlético de Madrid y el Villarreal removió muchos sentimientos y no sólo porque en el banquillo de ambos conjuntos se vieron las caras dos viejos conocidos como Diego Pablo Simeone y José Francisco Molina. El encuentro también sirvió para que los jugadores y el cuerpo técnico del Infantil B del Atlético de Madrid brindaran a la afición atlética el XVI Torneo Internacional Alevín que se disputó en Arona (Tenerife) el pasado 29 de diciembre. Aquel día, los rojiblancos vencieron (1-2) al Villarreal en una final donde volvió a ser decisiva la aportación de Salomón Obama, autor de un gol y de la asistencia del segundo, obra de Cristian.
  El destino es caprichoso y quiso también que en el partido de Liga del primer equipo ante el Villarreal, los chavales de la cantera ofrecieran el trofeo que con tanto esfuerzo lograron hace pocos días. Para los chicos fue un momento histórico y que no olvidarán en mucho tiempo. Siempre se ha reconocido que el Fútbol Base rojiblanco es uno de los más fructíferos para el fútbol español y de esta hornada de niños seguro que saldrá más de un referente colchonero para el futuro. 
  A primera hora de la mañana, el equipo liderado por Francisco Lobato partió en autocar desde su lugar habitual de entrenamiento en la Ciudad Deportiva de Majadahonda para aterrizar sobre las 10:30 de la mañana en el Estadio Vicente Calderón. Los nervios y la ilusión fueron los compañeros de viaje de un equipo que ha hecho historia venciendo a rivales tan fuertes como el Real Madrid o el Villarreal. 
  Una vez en el feudo colchonero, el equipo fue recibido por el Presidente de la entidad, Enrique Cerezo, quien quiso agradecer personalmente una vez más el esfuerzo de los más pequeños en el Torneo celebrado en Arona. La Sala Institucional del Palco de Honor albergó el primer homenaje que el Club quiso dar al equipo. Allí hubo confidencias y alegría, mucha alegría por la satisfacción del trabajo bien hecho. 
  Los hermanos Obama, Fede, Salomón, Cristian, Alvaro Juan, Sergio, Aitor, Alba, Jaime, Mario, Del Valle o José Emilio, entre otros aguardaron con paciencia, pero con nervios el momento estelar del día. Poco antes del comienzo del partido, los chicos junto con su cuerpo técnico bajaron al césped del Calderón para vivir un momento que quedará para siempre en su retina. Un estadio repleto supo corresponder al esfuerzo que unas semanas antes habían hecho los niños en Arona (Tenerife). Miles de aficionados aplaudieron y vitorearon a todos y cada uno de los componentes de un equipo que, bajo el mando de Lobato, seguirá entrenando duro para continuar cosechando éxitos. 
  La ‘vuelta de honor’ al campo fue la guinda del pastel. Los chicos mantuvieron la calma hasta que pudieron, pero los gritos de apoyo y la alegría que inundaba las gradas del Calderón hicieron que explotara la emoción de todos ellos. Aunque la vuelta por el césped duró unos minutos, a ellos se les hizo eterno y es que lo saborearon segundo a segundo. Se sintieron, como lo que son, estrellas del Atlético de Madrid que contribuyen a hacer más grande este club histórico.
  Su propio técnico reconoció que “este triunfo es fruto de todo el trabajo que se forja y se construye desde el fútbol base del Atlético de Madrid. Un premio merecido a toda la labor que se realiza por y para las categorías inferiores de nuestro club. Haber ganado un torneo tan importante como el de Arona es un orgullo enorme tanto para los chicos como para los que formamos el cuerpo técnico”.
“A los chicos les hacía mucha ilusión poder ofrecer este trofeo a toda la afición atlética. Visten la camiseta rojiblanca, son colchoneros de corazón y se veían en la obligación de darle esta pequeña alegría a toda la afición”, aseguró.
  Paco Lobato quiso destacar justo antes de acompañar a los niños al centro del campo que “los chicos estaban como locos por dar la vuelta al campo. Solo 12 jugadores fueron los artífices del triunfo en Arona, pero son 24 los que día a día hacen de este equipo una gran familia y una plantilla formidable. La vuelta la han dado todos, porque así lo merecen por igual”.
  “La actitud de mis jugadores ha sido ejemplar a lo largo de todo el torneo, así como en el plan de viaje. No solo nos han felicitado por habernos proclamado vencedores, sino también por nuestra deportividad y por nuestro respeto. En el hotel destacaron positivamente el comportamiento del Atlético de Madrid”, resaltó en declaraciones a la web del club el mismo día de su homenaje.
  El entrenador colchonero destacó que “este domingo han llevado encima una ilusión tremenda y el orgullo de vestir la camiseta rojiblanca. Hemos vivido una auténtica fiesta, llena de júbilo colchonero”.
  Francisco no quiso perder la ocasión en estas líneas de dar las gracias a Carlos Aguilera y Julián Muñoz, según sus propias palabras “el apoyo de los dos ha sido imprescindible para que podamos conquistar títulos como el que conseguimos a finales del año pasado. Los chicos se encuentran ya inmersos y centrados en el campeonato liguero. Ya hemos celebrado la victoria en Arona, ahora toca seguir trabajando para poder conseguir muchos títulos más”.
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