El Zaragoza se encontró el triunfo en el último momento

El Atlético de Madrid dejó escapar los puntos en el último momento, cuando el empate parecía ya intocable. El Zaragoza, que parecía darse por satisfecho con el empate, se encontró con un gol en el minuto 88, un golpe definitivo para un Atleti que fue de más a menos y que en todo momento se estrelló en el tridente defensivo formado por César, Gaby Milito y Sergio. El Zaragoza salió con vida en la primera parte de casualidad. Desde el primer minuto el juego, el balón y el control tuvieron un claro color rojiblanco, pero el gol no apareció por ningún lado. Fallaron algunas veces los de Javier Aguirre y en las restantes surgió César Sánchez para salvar al Zaragoza. Maniche, Costinha y Luccin se adueñaron del balón y muy pocas veces pudieron dar más de tres pases los de Víctor Fernández. En el minuto 14 llegó la primera gran ocasión para el Atleti, cuando Luccin cabeceaba mal en el segundo palo un gran servicio de Fernando Torres. El francés tuvo la portería para él sólo, pero no conectó bien el remate. El Atlético buscaba las bandas y Galletti y Víctor Bravo mantenían en tensión a los zagueros de la escuadra maña. El canterano, algo nervioso al principio, se fue creciendo poco a poco, demostrando la calidad que tiene su pie izquierdo. Fernando Torres se “pegaba” con Gaby Milito y Sergio, pero siempre estaba en inferioridad y pocas veces le llegó el balón en condiciones de hacer algo importante. El control era total, pero tal vez le faltó algo de rapidez a los rojiblancos, que se sentían muy superiores. El Zaragoza apenas inquietaba al Atlético. Una falta lejana en el minuto 28 que Sergio no acertó a rematar fue lo más destacado de los zaragocistas en la primera parte. Muy poco bagaje. En el tramo final fue Galletti el que se convirtió en el protagonista estelar, aunque le faltó lo más importante. Primero, en el minuto 36, disparó raso y ajustado a un palo, pero César sacó las manos para rechazar el balón. Y en el 42 tuvo la mejor al meter la cabeza a bocajarro delante del portero del Zaragoza, pero éste sacó una mano a tiempo para enviar el balón a saque de esquina. Más de medio estadio vio el balón dentro de la portería, pero no entró. El Zaragoza apareció tras el descanso y Sergio, apenas consumidos unos segundos, casi marca a la salida de un córner. Poco después Diego Milito y Ewerthon, desaparecidos hasta entonces, no acertaron en una buena llegada del Zaragoza. Lafita tuvo la tercera con un disparo desde fuera del área, pero Leo Franco estaba en su sitio para blocar. Javier Aguirre dio entrada a Jurado buscando algo de lucidez en los últimos metros y muy pronto apareció el mediocampista; lanzó una falta directa y nuevamente César sacó a relucir su agilidad para salvar al Zaragoza. El equipo de Víctor Fernández se iba creciendo con el paso de los minutos. Ya tenían más tiempo el balón en su poder, mientras el Atlético sufría para conseguirlo. Aguirre, ya con el reloj corriendo, apostaba por el “Kun” Agüero, sacrificando al chaval Víctor Bravo. Las ideas se fueron diluyendo en el Atleti y cada uno de sus ataques era respondido por la sólida pareja Gaby Milito-Sergio, que achicaba todo lo que pasaba delante de sus narices. Ni Agüero ni Fernando Torres pudieron encontrar un buen balón que llevarse a la boca en el tramo final. El que sí lo encontró fue Óscar en una jugada aislada que sirvió para que el Zaragoza se llevara todo el botín.
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